María,
abre la ventana
y deja que el sol alumbre
por todos los rincones
de
tu casa.
María, mira hacia afuera
nuestra vida no ha sido hecha
para rodearla de sombras
y tristezas.
María ya ves,
no basta
nacer, crecer, amar,
para encontrar la felicidad.
Pasó lo más cruel,
ahora tus ojos se llenan de luz
y tus manos de miel.
María...
Tu risa brota como la mañana
brota en el jardín.
María.
lunes, 16 de septiembre de 2013
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